lunes, 25 de febrero de 2013



C.B. CARTAGENA   50            C.B. MAZARRON   41




El partido de ayer estuvo mejor que bien. Digo esto por varios motivos. Defensivamente lo hicimos bien, jugamos bien en ataque y sobre todo estuvo bien porque ganamos. Ganamos porque lo merecimos.
Ganamos con justicia porque somos mejores. Lo fuimos en la ida y lo hemos sido en la vuelta. La diferencia de uno y otro partido ha estado sobre todo en la intensidad con la que se ha defendido.
El partido lo hemos llevado bien desde el principio. Matizo lo de bien. Llevarlo bien es jugar bien no ir ganando. Aunque esta vez se han unido ambas cosas.
La anotación de los dos primeros cuartos ha estado en unos números bastante razonables por nuestra parte. Después de la “lucha cuerpo a cuerpo” y como suele ser habitual en esta categoría, hemos visto un repertorio de defensas de esas que sabéis lo poco que me gustan. Son cómodas y ventajosas en el marcador. Y este es otro de los motivos a añadir por los que el partido ha estado bien. Ni así nos han ganado.
Casi todos las practican. Esos que tan buenos se creen y esos otros que su inferioridad así pueden enmascarar. Los unos la usaron para conseguir una ventaja “comodita” en el marcador, y que luego dejaron, me imagino que para acallar su conciencia, y estos para recortar las ventaja que de otra manera les era imposible. 
Nosotros a lo nuestro, a jugar y a ganar como se entrena.

Bueno, tambien han pasado otras cosas, que bueno, las voy a comentar porque son significativas del comportamiento que tenemos todos los componentes de este equipo.

Un calentón entre dos jugadores, que el arbitro ha solucionado de manera salomónica, se ha convertido en la excusa de algunos para justificar una derrota que todavía no se había consumado ni mucho menos, pero que de alguna manera tenían que enmascarar. Sensación que se transmite al banquillo, y de ahí al público. Lo primero que deben hacer algunos es conocer el reglamento. Esto es lo primero. Dos técnicas suponen que quien las ha recibido debe abandonar el banquillo.
Algunos contarán lo que les interese cuando lleguen a casa, evidentemente. Pero a los que estábamos cerca del banquillo y oíamos lo que oíamos, y siendo esta una categoría de formación, el arbitro no hizo nada más que lo que tenía que hacer. Con cada insulto una técnica. Si no insultas, no hay técnica, si insultas, técnica. No hay otra, el comportamiento es parte de la formación y sobre todo de la educación. Los comportamientos inexcusables, no se pueden consentir y por eso se han sancionado.

Y esto es a lo que me refería dos párrafos antes. Que cuando ganamos nos comportamos con corrección y cuando perdemos también. Cosa que por desgracia al revés no ocurre.

La Semana que viene recibimos al equipo de Lorca del que siempre tengo el recuerdo de partidos verticales y un poco alocados. Entretenidos siempre. Hasta la semana que viene.

Pero antes de despedirme os voy a contar algo que esta semana me aconteció.
Tan cabizbajo estaba yo de tanta derrota del carajo que esta plegaria de mi boca salió:
-Señor, ¿que hemos de hacer para una victoria merecer?¿usar armas prohibidas tal vez?
Un trueno, un relámpago y una atronadora voz se oyó.
-¡SACRILEGIOOOOOO...!
- Asustado y mudo quedé y por eso apenas musité -¿qué hacemos pués?
-¡Solo con Tizona debemos luchar! Resonaron de nuevo los cielos.
-¿Tizona?-pregunto de nuevo temeroso.
Y sin respuesta quedé porque sin resuello desperté.

Y en esas estoy a día de hoy, sin saber que tiene que ver la espada del Cid Campeador con el Basket. Hasta rimas le he buscado pero no las he encontrado, y sin su significado me he quedado. Si alguno lo entendéis por favor hacedmelo saber.

Aquí os dejo un enlace muy interesante, que me envió mi amigo Bienve, en el que un tal Scariolo habla entre otras cosas de ciertas cuestiones muy interesantes relativas a las etapas de formación. A mí me parece muy interesante, tanto que deberíamos hacerlo llegar a todos los clubes de la Región.