Pues si que empezamos bien.
Dos de dos.
El partido lo hemos
encarrilado bien desde el principio, con parciales amplios que han dado
tranquilidad al juego del equipo, hasta casi se podría decir que se nos ha
contagiado en cierto modo el juego de nuestro rival, con el consiguiente
enfado (me imagino) del entrenador.
Corregidos los errores
después del descanso el partido ha tomado de nuevo el camino correcto, que no
era otro que el de Cartagena, y eso que nunca se había desviado.
Y a pesar de que hemos ido doblando a nuestro
rival en el marcador en algunas fases del mismo en la grada cundía cierto
nerviosismo. Es que somos así, es nuestro estado natural: el nerviosismo, de lo
contrario no seríamos padres, seríamos sólo aficionados.
También hemos estado
entretenidos con la lluvia; menuda tromba de agua ha caído en Alhama. Y la
calle donde estaban los coches aparcados Rambla Don Diego se llamaba. Bueno
tanta agua caía que la exposición de coches antiguos que teníamos en el aparcamiento del Pabellón no
la hemos podido ver con tranquilidad.
Comentar también que hoy
hemos estrenado padre nuevo en la grada, uno que antes se sentaba mas abajo y
que ahora se sienta arriba, como yo. Estamos en otro sitio del pabellón pero seguimos juntos pero con la salvedad de que ahora estamos más tranquilos comentando el partido; bueno, con Tomás sentado al otro lado y que encima venía de pegar tiros es difícil ver un partido tranquilo, pero bueno para tranquilidad la de José Manuel, que a eso no lo gana nadie.
Hasta la semana que viene con el ya todo un "clásico": Basket Cartagena-Santo Angel. No os lo perdáis.
Bienvenido al mundo bloguero. Espero que no te cortes y desarrolles tu habilidad para dar caña justo donde se necesita, en la misma diana. Un abrazo.
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