C.B. CARTAGENA 50 C.B. MAZARRON 41
El partido de ayer estuvo
mejor que bien. Digo esto por varios motivos. Defensivamente lo hicimos bien, jugamos bien en ataque y sobre todo estuvo bien porque ganamos.
Ganamos porque lo merecimos.
Ganamos con justicia
porque somos mejores. Lo fuimos en la ida y lo hemos sido en la
vuelta. La diferencia de uno y otro partido ha estado sobre todo en
la intensidad con la que se ha defendido.
El partido lo hemos
llevado bien desde el principio. Matizo lo de bien. Llevarlo bien es
jugar bien no ir ganando. Aunque esta vez se han unido ambas cosas.
La anotación de los dos
primeros cuartos ha estado en unos números bastante razonables por
nuestra parte. Después de la “lucha cuerpo a cuerpo” y como
suele ser habitual en esta categoría, hemos visto un repertorio de
defensas de esas que sabéis lo poco que me gustan. Son cómodas y
ventajosas en el marcador. Y este es otro de los motivos a añadir
por los que el partido ha estado bien. Ni así nos han ganado.
Casi todos las practican.
Esos que tan buenos se creen y esos otros que su
inferioridad así pueden enmascarar. Los unos la usaron para
conseguir una ventaja “comodita” en el marcador, y que luego
dejaron, me imagino que para acallar su conciencia, y estos para
recortar las ventaja que de otra manera les era imposible.
Nosotros a lo nuestro, a
jugar y a ganar como se entrena.
Bueno, tambien han pasado
otras cosas, que bueno, las voy a comentar porque son significativas
del comportamiento que tenemos todos los componentes de este equipo.
Un calentón entre dos
jugadores, que el arbitro ha solucionado de manera salomónica, se
ha convertido en la excusa de algunos para justificar una derrota que
todavía no se había consumado ni mucho menos, pero que de alguna manera tenían que enmascarar. Sensación que se
transmite al banquillo, y de ahí al público. Lo primero que deben
hacer algunos es conocer el reglamento. Esto es lo primero. Dos
técnicas suponen que quien las ha recibido debe abandonar el
banquillo.
Algunos contarán lo que
les interese cuando lleguen a casa, evidentemente. Pero a los que
estábamos cerca del banquillo y oíamos lo que oíamos, y siendo
esta una categoría de formación, el arbitro no hizo nada más que
lo que tenía que hacer. Con cada insulto una técnica. Si no
insultas, no hay técnica, si insultas, técnica. No hay otra, el
comportamiento es parte de la formación y sobre todo de la
educación. Los comportamientos inexcusables, no se pueden consentir
y por eso se han sancionado.
Y esto es a lo que me refería dos párrafos antes. Que cuando ganamos nos comportamos con corrección y cuando perdemos también. Cosa que por desgracia al
revés no ocurre.
La Semana que viene
recibimos al equipo de Lorca del que siempre tengo el recuerdo de
partidos verticales y un poco alocados. Entretenidos siempre. Hasta
la semana que viene.
Pero antes de despedirme
os voy a contar algo que esta semana me aconteció.
Tan cabizbajo estaba yo
de tanta derrota del carajo que esta plegaria de mi boca salió:
-Señor, ¿que hemos de
hacer para una victoria merecer?¿usar armas prohibidas tal vez?
Un trueno, un relámpago
y una atronadora voz se oyó.
-¡SACRILEGIOOOOOO...!
- Asustado y mudo quedé
y por eso apenas musité -¿qué hacemos pués?
-¡Solo con Tizona
debemos luchar! Resonaron de nuevo los cielos.
-¿Tizona?-pregunto de
nuevo temeroso.
Y sin respuesta quedé
porque sin resuello desperté.
Y en esas estoy a día de
hoy, sin saber que tiene que ver la espada del Cid Campeador con el
Basket. Hasta rimas le he buscado pero no las he encontrado, y sin su
significado me he quedado. Si alguno lo entendéis por favor
hacedmelo saber.
Aquí os dejo un enlace
muy interesante, que me envió mi amigo Bienve, en el que un tal
Scariolo habla entre otras cosas de ciertas cuestiones muy
interesantes relativas a las etapas de formación. A mí me parece
muy interesante, tanto que deberíamos hacerlo llegar a todos los clubes de
la Región.
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